viernes, 29 de marzo de 2019

Día del Padre

El pasado 19 de marzo celebramos (sin ser día festivo) el día del padre, San José. Sí, ya sé que han pasado 10 días. Pero los padres estamos muy orgullosos de serlo y lo celebramos poco. Así que aquí os dejo unas breves historias sobre cómo ven vuestros hijos la figura paterna. Feliz día, otra vez, padres.


19. 03. 3042
De la floristería de enfrente, sale una larga fila de personas con grandes sonrisas impresas en sus caras, charlando animadamente. La felicidad se encuentra patente en el ambiente y las únicas palabras que se distinguen denotan alegría y entusiasmo ante la idea del final de la más aterradora y devastadora de las guerras.
David García Roca, 3º ESO

EL RECUERDO
19 de Marzo de 2035
Era una mañana calurosa, (pues desde hace diez años vivíamos en un verano continuo por culpa del calentamiento global) más de lo normal, al mirar por la ventana pude ver como ya no quedaba en pie ni un solo árbol, el suelo era de piedra llena de polvo que nadie se molestaba en limpiar… nadie, ese es el problema ya no quedaba nadie, por lo menos en esta parte del mundo. Al cerrar la cortina para que el sol abrasador no pasara por la ventana, me fui a empezar mi rutina diaria; me vestí y me tape cara y cabeza para sobrellevar mejor el calor y el polvo de la calle. Una vez ya en la calle me dirigí a un edificio donde años atrás habían hecho unos conductos subterráneos que comunicaban toda la ciudad, como unos túneles de metro, todos los días hacía ese recorrido pero hoy lo hacía con más alegría.
Que tonto parece verdad, vivo en una ciudad vacía en medio de un apocalipsis y estoy alegre, lo que estoy es loco, pero si os soy sincero os he mentido, no todo el mundo se ha ido, me queda una persona que no me ha dejado solo en estos años.
Caminé durante un buen rato hasta llegar a una pared donde había unas escaleras en la pared, al subirlas dí a una explanada seca como todas, llenas de lápidas rotas por el calor, una persona normal se hubiera perdido pero yo sabía a dónde iba, me detuve frente a una lápida que rezaba: “aquí yace Emilio un buen marido pero sobre todo buen padre”.
Hoy era el dia del padre, hacía cuatro años que había muerto.
Detrás de un árbol seco escondida una mujer observaba al hombre que lloraba enfrente de una tumba que supuso que era de un conocido, sus dudas aparecieron cuando la noche anterior había cavado justamente en esa tumba para robar algo de valor a los muertos;(parece miserable y poco normal pero sinceramente ya nada es normal).
El caso cuando abrí la tumba estaba vacía solo pude saber que alguna vez estuvo alguien por que había signos de arañar la puerta con las uñas, desde entonces sigo la pista a este hombre.
Gabriel Quesada Lobo, 4º ESO

DÍA DEL PADRE
Era una bonita bonita tarde de invierno, iba a comenzar ya la primavera, era día 19 de Marzo, concretamente el día del padre, me dirijo a la ferretería para comprarle una figura de una colección hecha con objetos de hierro: cables, alambres, azadones…
De camino a casa me topo con mi mejor amiga Carmen, ella en cambio llevaba a su padre unas flores.
Al llegar a casa, nadie respondió al timbre, así que entré con las llaves.
Y en el sofá de mis casa yacía muerto mi padre.
8 años después, a día de hoy todavía no se conoce al presunto culpable.
Mario López Delgado, 3º ESO

DÍA DEL PADRE
- Mañana es el día del padre - me dijo un amigo.
- Es verdad - contesté yo con entusiasmo.
- Le voy a hacer una fiesta sorpresa.
- Que chuli piruli, yo le voy a comprar un reloj de ocho millones de euros, que es un poco barato pero bueno…- contesté yo un poco deprimido.
A la mañana siguiente yo me fui a darle el regalo a mi padre, y él se ilusionó mucho.
Mi amigo le dio la fiesta sorpresa y se ilusionó mucho más que el mío.
Moraleja: no nos esforcemos tanto por los regalos cuando lo que más importa es el regalo del amor.
José López, 2º ESO

EL PADRE DE GUERNICA
Aún recuerdo la última vez que celebré el día del padre… conocí a una chica muy guapa hará ya diez años. Al año de conocernos, nos casamos en secreto, pues nuestras familias no autorizaban el matrimonio. Meses después de la boda, nació nuestra hija, nuestra preciosa hija… era la niña más bonita que hubiera visto jamás. Tenía los azules ojos de su madre. Los años pasaron, y cuando tenía cinco años, comenzó la guerra civil española. A mí me obligaron a alistarme en el bando nacionalista, aunque no fuera así mi deseo. Dejé a mi mujer y a mi hija en el pequeño pueblo donde vivíamos, y partí a la guerra.
Las escenas que vi en la guerra me siguen acechando hoy en día, pero las cartas y fotos que me enviaban mi mujer y mi hija hacían que desease la llegada al hogar.
Pasaron tres años de fría guerra, la gente iba muriendo, y enterraban sus cadáveres en fosas comunes. Franco se sentía muy fuerte. Oí que Hitler le estaba brindando ayuda para destruir uno de los puntos estratégicos de los republicanos. Yo no hice caso a los rumores, y así lo prefería, según los rumores, el sitio que iban a atacar con la ayuda de los nazis era Guernica, el pueblo en el que había dejado a mi mujer. Llegó el día, recuerdo que salió en la primera plana todos los periódicos:
Franco, con ayuda de las bombas de Hitler, bombardeó Guernica
Ayer tarde, los líderes de ambos países, fueron los protagonistas del primer bombardeo en un núcleo civil. Los aviones alemanes, sobrevolaron el cielo del País Vasco, bombardeando Guernica, uno de los principales núcleos republicanos.
Recuerdo que lo primero que sentí en ese momento fue ira, y luego pena. Sólo había podido celebrar los cinco primeros años de vida de mi hija, me había ido durante sus últimos tres años de su vida, y seguramente ni siquiera se acordaba de mí. Al poco tiempo, acabó la guerra, con la victoria del bando de Franco, que se había autonombrado cabeza máxima del estado. Estos dos años han sido horribles…
José Jesús Benítez, 3º ESO

EL MAESTRO DE LA VIDA
¿A quién elegirías si te preguntasen qué quién es tu héroe?
Yo desde luego a mi padre, del que he aprendido todo lo que se de mates, lengua, inglés,…
Él me enseñó a montar en bicicleta, y todo sobre el cine, el fútbol, la pintura…
Él es maestro, cocinero, fontanero, mecánico, superhéroe,…
Él me ha apoyado en los momentos duros, y confió en mí cuando nadie lo hacía, porque me enseñó a levantarme y seguir adelante…
Él me enseñó todos los valores de la vida, y a saber apreciarla y cuidarla, amarla…
Y porque sé que seguirá haciendo todo esto por mí, en el futuro.
Pablo Jiménez Alonso, 3º ESO

EL DÍA DEL PADRE
Era el 19 de marzo del año 1897, cuando anunciaron por la radio que un padre había muerto salvando a su hijo, un niño de 16 años con trastorno del espectro autista.
Esto sucedió tres meses después de enterarse el padre de que su hijo tenía leucemia y que necesitarían un trasplante de médula cuanto antes, el padre se ofreció como donante, ya que tenía el mismo grupo sanguíneo. 

Cuando el quirófano estaba listo, entró en la sala, con su respectivo uniforme y comenzó la extracción de médula. La operación era sencilla, pero al darse cuenta de que el padre era alérgico al principal ingrediente de la anestesia, tuvieron que hacerlo en poco tiempo. Esto complicó las cosas, hasta tal punto, que al extraer la penúltima dosis, se partió la jeringuilla. El trozo más pequeño fue a parar al corazón, provocando así una muerte segura.

Es por eso que este día se conmemora y se seguirá recordando durante siglos.
Víctor López Díaz, 2º ESO

DÍA DEL PADRE
Hace mucho tiempo solo había día de la madre en honor a la Virgen María pero día del padre…
Lo curioso es que he mirado quienes lo fundaron y las dos personas que miré eran mujeres.
No hombres, mujeres…
Mi madre diría que es porque todo lo tiene que organizar las mujeres y que los hombres son unos sosos.
Siempre se le regalan llaveros o tras cosas que acaban en la basura o en un cajón hasta el final de los  tiempos.

Yago Reyero, 3º ESO

miércoles, 13 de marzo de 2019

Silencio, se rueda

Febrero es el mes de los premios del cine, especialmente por los Goya y los Oscar. Ahora bien, todavía nos queda Cannes, donde se encumbraron directores como Rossellini, Orson Welles, Buñuel, Coppola, David Lynch, Tarantino o Haneke. Habrá que esperar hasta mayo para ver quién se alza este año con la Palma de Oro. Mientras tanto, nuestros pequeños escritores se sumergen en el séptimo arte, generando nuevas y apasionantes ideas. Cojan sus palomitas y disfruten.

UN CINE ABANDONADO
Lucas entró en la sala de cine, abandonada desde ya dos años. Esta sala no era la única que se encontraba deshabitada o al menos con vida, sino que también todo el edificio se encontraba en la misma situación. Muchas de las sillas estaban arrancadas y tiradas, algunos puestos estaban vacíos, por lo que se podía llegar a la conclusión de que en su día la quitarían de ahí. Lucas se hallaba en la parte principal de la sala (parte más cercana a la pantalla). Comenzó a subir por las escaleras. El motivo de encontrarse en aquel lugar era que había ido para investigar lugares abandonados, en este caso, un centro comercial con el cine. Entrar en un lugar sin mucha vida o con poco movimiento resultaba aterrador, debido a que si cualquiera apareciera de un sitio escondido y te atrapara o vete tú a saber, nadie sabría qué es lo que realmente te había ocurrido. Aún así Lucas tenía treinta años.
Otra de las causas por las que estaba era que había hecho una apuesta de entrar en todas las salas de cine, abandonadas, y coger una prueba diferente de cada sala, para así indicar que había estado allí. Se situó en el medio de la gran estancia y con lo poco de luz que había (poseía una linterna), observó algo que fuera poco pesado y que pudiera indicar que había estado allí. Miró un foco, pero no llegaba a cogerlo, tampoco podía coger una silla, ya que, de las ocho salas que había en total tampoco era recomendable coger cosas que fueran excesivamente grandes. Apuntó con la linterna al suelo, y encontró, con suerte, un billete. Se agachó para cogerlo, pero de repente, una mano le agarró por debajo del asiento delantero. Estaba perdido.
Juan Gómez Villa,  ESO

CAOS EN LA ESCENA
Era increíble, había sido empezar los ensayos y ya todo se había ido al garete.
La mitad de los actores no “habían podido venir” y para más inri a Marie Hook, una de la pocas actrices que se había dignado a venir, la habían robado una joya carísima que se había llevado a los ensayos.
Y no podía haber estado callada un rato porque al poco tiempo toda el plató se había llenado de policías, paparazzi, curiosos y un caniche blanco que se meó en mi chaqueta.
- Dónde está mi joya - lloraba.
- Déjenme en paz - dije mil veces a la prensa.
Al rato hicieron la lista de sospechosos.
Yago Reyero Martín, 3º ESO

UNA TARDE EN EL CINE
La película empieza a las siete y media, ¡y ya son las ocho! La cosa es que llevo aquí veinte largos minutos (yo siempre vengo cinco minutos antes, por lo que pudiera pasar) y me aburro tanto que me están dando ganas de abandonar el cine…
Al fin empiezan los anuncios con la bajada de las intensidades de las luces, al menos ahora podré entretenerme con algo.
Al fin acaban los anuncios y empieza la película, leí que iba sobre el desembarco de Normandía y que estaba basada en un libro muy bueno, espero que sea verdad. Si me
gusta, me leeré el libro.
Pero… ¡¿Qué es esto?! Oh no… Parece que me han tocado al lado los típicos pesados que llegan siempre tarde, que no paran de hablar diciendo las cosas que todo el mundo sabe y no hace falta comentar y que se levantan todo el rato para ir al baño. Y para colmo, si les dices algo, se te echan encima, si me molestan mucho, tendré llamar al acomodador…
Al final parece que se han portado bien, sin embargo la peli a mi parecer ha recibido mejor crítica de la que se merecía… Los muchachos de al lado se van armando barullo, como no, a veces pienso lo maleducada que pude ser la gente y me entran escalofríos, yo no era tan maleducado cuando era joven.
Juan Ros Díaz, 3º ESO

BUSCANDO UNA BUTACA
Estábamos en el cine, acabábamos de entrar en la sala, y teníamos que buscar nuestra butaca.
¿Qué número de butaca es? - le pregunté a mi madre.
Las cuarenta y seis  y cuarenta y ocho - me respondió.
Vale, pues vamos a buscarla.
Entonces cuando subí el primer escalón me tropecé y me di un buen batacazo contra el escalón de las butacas de los números veinte y los nueve que le siguen.
Después cuando me levanté seguí subiendo, pero cuando iba por el escalón de treinta llegó una persona corriendo que no me vio y me tiró llevándome así al primer escalón de nuevo.
Cuando me volví a poner en marcha subí al escalón que nos correspondía, giré para un lado y busqué mi butaca.
- Cuarenta y nueve, cuarenta y siete, cuarenta y cinco, ¿Se han saltado nuestros números?
Bueno, voy a mirar si los han puesto por allí.
Seguí buscando.
- Cuarenta y tres, cuarenta y uno... ¡No está el nuestro!
Entonces me di cuenta de que en ese lado todas las butacas eran impares y que las pares estaban en el otro lado.
Me recorrí el cine en busca de la butaca y los encontré
- Mamá, están aquí las butacas – dije
- Vale, ya voy - contestó
Y pudimos ver la película justo a tiempo.
Miguel Ruiz Mondéjar, 2º ESO

DÉJALO
No me cuentes tus películas. No eres la única persona que se siente en un cine mudo, en blanco y negro y con una banda sonora melancólica. No eres el primer protagonista que se olvida de esos secundarios sin los que esta historia, de la que tu prefieres esconderte, no sería posible. Te ciñes a guiones aburridos de los que ni si quiera eres capaz de pasar página. Tus lágrimas mojan el último punto y te da miedo seguir avanzando. Suéltalo, no pases de página, quémala y escribe una nueva, una hecha a tu medida. Prueba a llenarla de grises.
No. Mejor llénala de colores. Quizá ya hay escenas que no podrás reproducir, incluso puede que todavía no sepas que esas escenas te hubieses otorgado el mejor de los Oscar. Pero no te enganches.
Deja que el proyector funcione.
Samuel Castellanos Tamayo, 1º Bach

MIL Y UN MUNDOS
Australia: Año 1876 después de La Gran Purga.
(8:30 de la mañana) Sección oeste.
-Ala Roja, informe de vuelo.
-Aquí Ala Roja, sobrevolando la duna AX32. Todo despejado. Repito, todo despejado.
-Recibido. Buen trabajo, Ala Roja. Regrese a la base.
-Entendido.
-Ala Roja, aquí Ala Gris. ¿Qué tal la familia?
-De maravilla Ala Gris gracias por preguntar, creo que hoy incluso voy a poder conseguir una ración de caldo para Lucy, para Eva y para mi. ¿Y tú Ala Gris?
-Yo bien también, claro que no tanto como tú. De verdad que tienes que decirme donde consigues esos cambios.
-Cosas de la veteranía hijo, ya las aprenderás.
-Siempre dices lo mismo. Oye c… ¡Ahhh! ¡Socorro! ¡Ala R…! – Otra vez vi como una turbulencia sacudía nuestras naves. Volví a ver una explosión por el retrovisor y los pedazos de la nave de Ala Gris salir despedidos en mil pedazos. De nuevo observé como “algo” golpeaba mi hidropropulsor. Todo empezó a girar descontroladamente y… Volví a despertar de aquel sueño que no paraba de recordarme aquel accidente ya hace tantos años. Me levanté sudando a chorros y salí a la terraza que me había improvisado con restos de nave. Aquel mini hogar era el lugar perfecto. Pocos hombres de los que habíamos sobrevivido, podían fardar de tener algo parecido. En aquellos tiempos, cualquier cosa, un pedazo de pan, una manta o incluso familiares y amigos, eran privilegios que nadie se podía permitir. Lo que en otros tiempos parecía normal, ahora escaseaba. De nuevo fui al vertedero buscando cualquier cosa que se pudiera cambiar por comida. Me puse a hurgar entre escombros cuando una voz procedente de lo que después me enteré de que era una cámara de cine llamó mi atención. Lo recogí entre mis manos y lo acaricié sin saber que tenía películas. Había encontrado una puerta hacia mil y un mundos.
Jaime Pérez Alonso3º ESO

EL PRINCIPIO DEL FIN
Empezó hace mucho en el frente de la gran guerra dos científicos españoles quisieron dominar fuerzas oscuras y misteriosas ocultas durante siglos, pensaban que su descubrimiento garantizarán la victoria final de España pero nunca pudieron imaginar lo que lo que saldría a la luz con sus investigaciones, segundos después un antiguo mal devastaba el frente la esperanza para los aliados eran los soldados enviados a detener que eran Jorge García, Fernando Octavius, Yago Fernández y el Dr. Edward Richtofen pero yo me llamo Samantha pero os voy a contar como comenzó todo esto de verdad.
Unos caballeros en la edad media empezaron una guerra contra algo a lo que no podían ganar y se llama el Ether que fue a atacar la tierra para dominarla. Aparecieron cuatro soldados con unos bastones mágicos y acabaron con la amenaza. Mientras un soldado llamado Pablo Sarcione de Italia estaba apunto de ser devorado por uno de estos seres fue salvado por los caballeros con bastones y fue él, el que escribió toda esta historia que conocemos. Pero lanzaron su última esperanza los del Ether y era una roca que contenía un elemento nunca visto llamado liquid divinium o el líquido de los dioses que estaba formado por 115 que es el elemento revividor por sus propiedades eléctricas.
Jorge Rodríguez, 3ºESO