Nosotros hemos optado por dar voz a los protagonistas del siguiente corto de Pixar, El hombre orquesta.
Y aquí las ingeniosas creaciones de nuestros alumnos.
JUAN GÓMEZ VILLA (1º ESO)
En la plaza de un pueblo, una niña pequeña está dispuesta a tirar una moneda al agua de una fuente. Un músico con
demasiados instrumentos toca una marcha demasiado rápido. En el
momento en que la niña va a tirar la
moneda al agua, el músico toca demasiado alto para que la niña lo
vea. La niña se acerca donde está el músico.
– ¿Qué canción quieres
que te toque? – preguntó el músico.
– Lo que quieras.
De pronto, apareció un
violinista y se puso a tocar.
Los dos músicos se
pusieron a tocar a lo loco. La moneda se escapó de las manos de la
niña y acabó cayendo a una
alcantarilla.
– Esto ha pasado por
vuestra culpa. Dame uno de tus violines – le dijo al violinista.
Le dio uno y se puso a
tocar. Nada más pasar un segundo, un saco de monedas cayó en el
suelo.
Del saco sacó dos
monedas. Se las enseñó. Los dos músicos se acercaron
entusiasmados. Y, de repente, la niña tiró al agua las dos monedas.
STANIS YARUCHYK
Una niña pobre tenía su
única moneda que encontró debajo de una piedra. Ansiosa, quiere
tirar la monada a la fuente y pedir un deseo. De repente escucha un
sonido:
– Hija, echa una moneda al
pobre John.
Cuando la niña está a
punto de echar la moneda escucha una extraña música.
– Cariño, haz feliz a
Mike.
Compitiendo entre los dos
empiezan a tocar.
– No sé a quién darle la
moneda.
– A mí.
– No, a mí.
Entonces se le cae la
moneda por la alcantarilla. Enfadada le dice que le den el violín y
empieza a tocar. En seguida le dieron un saco de monedas y ella lo
echó a la fuente.
GABRIEL QUESADA (1ºESO)
Nuestra historia comienza
en un pueblo fantasma. un músico intenta conseguir un poco de dinero
y ve a una niña que va a tirar una moneda a la fuente y el hombre
dice:
– Niña, no desperdicies
esa moneda. dámela a mí.
De repente, un violinista
dice con mucho orgullo:
– No se la des a ese
patán – dámela a mí, que toco violines.
El hombre, que se negaba a
perder su primera moneda en semanas, dijo:
– No, a mí.
Empezaron una gran
disputa:
– Que no, a mí.
– No, a mí. Yo la vi
primero.
la niña se asustó tanto
que se le resbaló la moneda y gritó a cuello 'pelao'.
– ¡Mi moneda!, se me ha
caído la moneda por la alcantarilla.
La niña, que sabía perfectamente que no se iba a quedar sin su moneda, dijo:
– Dadme una moneda.
El hombre, muy temeroso, por
lo que podría ocurrir dijo:
– Yo no tengo.
Pero la niña no se rindió
y dijo al violinista:
– Y tú, ¿tienes una
moneda?
Y el violinista dijo:
– No, yo no tengo dinero.
La niña dijo que le
dieran un violín.
El hombre cogió uno del
violinista y se lo dio.
– Toma.
La niña se dio cuenta de
que no estaba afinado. La niña lo afinó y
empezó a tocar, y al segundo le dieron un sacó de monedas. Cogió dos monedas para
dar envidia y se las puso en la cara.
– Tomad, ¿queréis dos
monedas?
Los hombres con sed de
dinero dijeron a coro:
– ¡Sí!
La niña con malicia las
tiró a la fuente.
Y los hombres, con
fastidio, dijeron:
– Jo.
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