viernes, 15 de enero de 2016

¡Hemos vuelto! Pero tenemos morriña...

Los meses de noviembre y diciembre son meses... peculiares (aunque seguro que se nos ocurren otros adjetivos más certeros). Entre los exámenes de la primera evaluación y el olor a vacaciones, andamos todos algo perdidos. Por no hablar de cómo Andel ha estado preparando la Navidad, este año con un nutrido grupo de voluntarios que han ido irradiando alegría allá por donde iban. Y por supuesto, el belén, el plato fuerte. Los alumnos de 1º ESO dedican varias semanas a diseñar y crearlo con figuras hechas de material reciclado.
Belén 2016 de Andel. Fotografía de Miguel Ángel Miñao

Nosotros, desde Camina y escribe también quisimos contribuir con unos breves relatos. Aquí os dejamos un par de ellos. ¡Qué los disfrutéis!

Ah, y Feliz 2016. Todo un año por delante para escribir nuestros sueños.


 La creatividad duerme en Belén

Me llamo Sky y en el cole me han mandado que escribiera una historia sobre la Navidad. Lo que pasa es que la hormona creativa se me había escapado. Hiciera lo que hiciese no volvía. Les pregunté a mis padres y no sabían decirme; pero mi madre, al verme irme alicaído, me dijo que me fuese a la cama, que seguro que se me ocurría algo, que mientras, ellos pondrían el belén. Me fui a la cama, con mucho frío, y me dormí.

Imagen vista en https://goo.gl/oAYBcU
Soñé que estaba en una cola de gente, muy larga. A lo lejos veía una luz de hoguera y unas figuras poco nítidas al rededor suya. Al llegar vi que estaba ante un bebé y un matrimonio. De repente me di cuenta de que era la Virgen María, San José y el bebé seguro que era Jesús. Al ver que todos le daban regalos y yo no tenía ninguno que darle. Me aparté para dejar espacio y que pasaran los demás. San José, al verme apartado, me dijo que si podía ayudarle a cortar leña. Como no tenía más que hacer le dije que vale. Por el camino le dije lo que me pasaba y él me dijo que no me complicase la vida y que solamente escribiera lo que había pasado el día de Navidad.

Eran las 9:00 y me desperté con vigor. Pensé que por qué no escribía esa historia. 

Al ir al salón vi el belén ya hecho. No sé si fue una ilusión óptica, pero me pareció ver que San José me guiñaba el ojo.
Borja Luengo Molero (2º ESO)


El milagro inolvidable 

Imagen  vista en http://goo.gl/Tx4WvL
"Era 24 de diciembre y el joven Scott estaba solo, vagando por las calles, padeciendo el frío insoportable. Cuando ya no podía aguantar más su sufrimiento, cuando ya no podía mover sus lisiadas piernas y un sueño mortal se apoderaba de él, decidió recostarse en una esquina, suponiendo su penoso final, solo. Habiéndose dado por vencido, escuchó de repente la voz de su difunto padre dándole ánimos, que despertara. Entonces, vio a un extraño diciéndole lo mismo, y vio que de su padre no se trataba. Este extraño le acogió en su casa y pasó con él la Navidad".

Anónimo, (4º ESO)

No hay comentarios:

Publicar un comentario