martes, 16 de febrero de 2016

El diálogo como ¿resolución de conflictos?

Conseguir diálogos efectistas en una narración suele ser una piedra de choque para todo escritor. Lo normal es tender a reproducir largas conversaciones, como si de la vida real se tratara. Como si eso atrajera al lector.

Nosotros hemos optado por dar voz a los protagonistas del siguiente corto de Pixar, El hombre orquesta

Y aquí las ingeniosas creaciones de nuestros alumnos. 

JUAN GÓMEZ VILLA (1º ESO)
En la plaza de un pueblo, una niña pequeña está dispuesta a tirar una moneda al agua de una fuente. Un músico con demasiados instrumentos toca una marcha demasiado rápido. En el momento en que la niña va a tirar la moneda al agua, el músico toca demasiado alto para que la niña lo vea. La niña se acerca donde está el músico.
– ¿Qué canción quieres que te toque? – preguntó el músico.
– Lo que quieras.
De pronto, apareció un violinista y se puso a tocar.
Los dos músicos se pusieron a tocar a lo loco. La moneda se escapó de las manos de la niña y acabó cayendo a una alcantarilla.
– Esto ha pasado por vuestra culpa. Dame uno de tus violines – le dijo al violinista.
Le dio uno y se puso a tocar. Nada más pasar un segundo, un saco de monedas cayó en el suelo.
Del saco sacó dos monedas. Se las enseñó. Los dos músicos se acercaron entusiasmados. Y, de repente, la niña tiró al agua las dos monedas.


STANIS YARUCHYK
Una niña pobre tenía su única moneda que encontró debajo de una piedra. Ansiosa, quiere tirar la monada a la fuente y pedir un deseo. De repente escucha un sonido:
– Hija, echa una moneda al pobre John.
Cuando la niña está a punto de echar la moneda escucha una extraña música.
– Cariño, haz feliz a Mike.
Compitiendo entre los dos empiezan a tocar.
– No sé a quién darle la moneda.
– A mí.
– No, a mí.
Entonces se le cae la moneda por la alcantarilla. Enfadada le dice que le den el violín y empieza a tocar. En seguida le dieron un saco de monedas y ella lo echó a la fuente.   


GABRIEL QUESADA (1ºESO)
Nuestra historia comienza en un pueblo fantasma. un músico intenta conseguir un poco de dinero y ve a una niña que va a tirar una moneda a la fuente y el hombre dice:
– Niña, no desperdicies esa moneda. dámela a mí.
De repente, un violinista dice con mucho orgullo:
– No se la des a ese patán – dámela a mí, que toco violines.
El hombre, que se negaba a perder su primera moneda en semanas, dijo:
– No, a mí.
Empezaron una gran disputa:
– Que no, a mí.
– No, a mí. Yo la vi primero.
la niña se asustó tanto que se le resbaló la moneda y gritó a cuello 'pelao'.
– ¡Mi moneda!, se me ha caído la moneda por la alcantarilla.
La niña, que sabía perfectamente que no se iba a quedar sin su moneda, dijo:
– Dadme una moneda.
El hombre, muy temeroso, por lo que podría ocurrir dijo:
– Yo no tengo.
Pero la niña no se rindió y dijo al violinista:
– Y tú, ¿tienes una moneda?
Y el violinista dijo:
– No, yo no tengo dinero.
La niña dijo que le dieran un violín.
El hombre cogió uno del violinista y se lo dio.
– Toma.
La niña se dio cuenta de que no estaba afinado. La niña lo afinó y empezó a tocar, y al segundo le dieron un sacó de monedas. Cogió dos monedas para dar envidia y se las puso en la cara.
– Tomad, ¿queréis dos monedas?
Los hombres con sed de dinero dijeron a coro:
– ¡Sí!
La niña con malicia las tiró a la fuente.
Y los hombres, con fastidio, dijeron:
– Jo.

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